James Thomson and Vicente Rocafuerte. 1827. Representacion de la SBBE al  congreso de Tacubaya. [1]

 

REPRESENTACION

 De la Sociedad británica y estrangera de escuelas mútuas, dirigida al congreso de Tacubaya, y presentada el 7 de junio de 1829 al gobierno general de los Estados-Unidos Mexicanos por el encargado de los negocios de dicha sociedad.

 A los diputados de los nuevos estados americanos reunidos en congreso en Tacubaya.

Señores:

            —Como miembros que somos todos de la gran familia humana, y como cooperadores vuestros en los progresos de la libertad y de los conocimientos, os suplicamos nos permitáis dirigiros algunas líneas sobre los grandes objetos en que somos mutuamente interesados.

             En primer lugar, con el carácter de ingleses nacidos bajo un sistema de libertad, nos congratulamos con vosotros de que os hayáis substraído á un estado de servidumbre, y no podemos menos de regocijarnos al veros tomar asiento entre las naciones de la tierra.

             Al cabo de una lucha prolongada habéis sido por fin felizmente elevados al estado de naciones independientes, por disposicion de aquel poder supremo que ordena todo lo concerniente al hombre y al universo. Agradecidos pues por los favores recibidos, sin duda aplicareis vuestra atención á procuraros en vuestras disposiciones políticas un sistema de conducta que coadyuve del modo mas eficaz á los designios benévolos de la Providencia en órden á la ilustracion y felicidad del mundo.

             El medio principal de mejorar la condicion del hombre parece ser la educación. Tomamos esta palabra en su mas estenso significado. Entendiendo por ella la civil, moral y religiosa. Sus elementos y los de la sabiduría son las artes de leer, escribir y contar. De aquí es que viene á ser un deber primario de todas las naciones tomar medidas eficaces para que sus individuos posean estas importantes artes que puedan llamarse las llaves de la sabiduría y de la felicidad, procurando estender los conocimientos generales hasta el punto que sea posible comunicarlos. El hacer que los aprenda toda la población de un país es, á nuestro juicio, un deber indispensable de toda nación, y el gobierno que no tome las medidas correspondientes al cumplimiento de tan importante objeto, falta esencialmente al mas sagrado de sus deberes.

             Nos ha lisonjeado mucho saber por nuestro amigo el señor Thomson, en quien tenemos entera confianza, que os ocupa un vivo deseo de estender la instrucción á todos y á cada uno de los individuos de vuestras naciones, cualquiera que sea su edad, sexo ó condicion. Tenemos una satisfaccion indecible en saber que asi es, y en este vuestro deseo vemos los elementos de vuestra futura grandeza.

             Como miembros que somos de la Sociedad de escuelas británica y estrangera (ó llámese Sociedad para plantar estos establecimientos en todas partes, bajo el sistema de enseñanza mútua), hemos entendido con gran placer nuestro, vuestra pronta adopción del sistema monitorial, ó de enseñanza mútua, en vuestras escuelas. El poco gasto con que un crecido número de niños puede educarse segun él, os dará grandes ventajas en llevar á efecto vuestro muy patriótico designio, de instruir á toda persona perteneciente á vuestros dominios. Ademas, los hábitos de obediencia y órden que los niños adquieren en estas escuelas, serán útiles en supremo grado á vuestros nacientes estados. En vista de estas consideraciones os recomendamos del modo mas eficaz se haga este sistema tan general como sea posible.

             Sucede no pocas veces (tal es la debilidad del hombre) que principiamos una buena obra con mucho empeño, y poco a poco empezamos á cansarnos y á aflojar en nuestros esfuerzos. Esperamos que no sucederá asi entre vosotros con respecto á la grande obra de la educación general que habeis emprendido. Si no huberais perseverado en vuestra lucha á favor de la libertad, y aun redoblando vuestros esfuerzos, os hallaríais todavía esclavizados. Imitad esta conducta rompiendo las cadenas de la ignorancia, el mas cruel de todos los tiranos; si lo haceis asi, estad seguros de un feliz éxito. Hemos visto con placer vuestros primeros pasos en esta causa verdaderamente noble, y deseamos muy respetuosa y encarecidamente rogaros no desistais de vuestra empresa, antes bien os empeñéis en ella con nuevos vigor hasta que triunfe vuestro deseo patriótico, y hasta que todos entre vosotros gocen de las ventajas de una buena educación.

             Para nosotros seria muy satisfactorio auxiliaros en vuestra loable empresa por todos los medios que están en nuestro poder. Creemos que podemos haceros algun servicio, proveyendoos de buenos maestros y maestras que eduquen vuestra juventud de ambos sexos, y podemos habilitaros tambien de los útiles necesarios para las escuelas. Os suplicamos pues, que occurais  á nosotros con toda franqueza para auxiliaros por los medios indicados.

             No podemos dejar pasar esta ocasion sin aprovecharla para elogiar vuestra noble conducta con respecto á aquella desgraciada clase de hombres, arrebatados de sus hogares y arrastrados desde la Africa á vuestras costas. Al sacudir vuestro propio yugo, inmediata y generosamente rompisteis, hasta donde pudo ser por entonces, el que oprimía esta clase de vuestros semejantes, demostrando de esta manera que los principios que impulsaron vuestra lucha en la guerra de independencia no fueron los intereses personales, sino la noble causa de la verdadera libertad. Vemos con placer que seguís dando pruebas de vuestro deseo, á fin de que el suelo de vuestras naciones lo sea de la libertad para todos los que habitan.

             Volviendo al asunto de educacion, como vuestros colaboradores os repetimos nuestros ardientes y afectuosos ruegos, á fin de que prosigais en llevar á cabo tan noble empresa. Que sea instruida perfectamente vuestra juventud de ambos sexos. No sea vuestro objeto una escasa educación, ó la educación de unos pocos, antes procurad á todos la mejor que podais. Vuestra existencia como hombres libres, vuestro caracter entre las naciones, y vuestra felicidad como individuos, dependen de la medidas que adopteis en esta grande empresa.

             Vuestro hermoso país presenta toda la magestad de la naturaleza. Vuestras estensas llanuras, vuestros magestuosos ríos, vuestras sublimes montañas, deleitan y asombran al viagero. Deseamos anticipar el dia en que vuestra prosperidad sea inmensa como vuestras llanuras, en que los conocimientos se derramen entre vosotros y fertilicen vuestros ingenios, como vuestros caudalosos ríos fertilizan vuestras tierras, y en que os elevéis á verdadera grandeza, como lo están las cordilleras de los Andes.

             Señores; tenemos el honor de subscribirnos vuestros colaboradores y sinceros amigos.

 Firmas:  –El Duque de Bedford, presidente de la Sociedad. –El Lord Clarendon. –El Lord Juan Russell, –El Marqués Lansdowne. –Henrique Brougham, miembro de parlamento. –J. F. Buxton, miembro de parlamento. –Guillermo Allen, tesorero de la Sociedad. –E. A. Schwabe, secretario de id. –J. M. Cramp, secretario de id. J. Millar, secretario de id. –Londres 18 de abril de 1827.

  

REPRESENTATION[2]

 Of the British and Foreign Society of monitorial schools, to the Tacubaya Congress, presented on 7 June 1829 to the government of the United States of Mexico by the Society's business representative.

 To the Representatives of the new American states meeting in Tacubaya,

  Sirs:

 As members together of the great human family, and as those who work with you for the progress of liberty and knowledge, we beg you to allow us to share with you some thoughts on the great objects which interest all of us.

 Firstly, as English people born in a free country, we share your joy that you have removed a system of servitude, and we rejoice in seeing you take your place among the nations of the earth.

 After a long struggle you have finally, and happily, become independent nations, thanks to the disposition of that Supreme Power who orders everything regarding humanity and the universe. In gratitude for the favours you have received, you will doubtless turn your attention to achieving a procedural system in the political steps you take, that contributes in the most effective way possible to the benevolent aims of Providence, with the enlightenment and happiness of the world in view.

 The most important way to improve the human condition appears to be education. We use this word in its widest sense—civil, moral and religious. The basic elements of education and wisdom are reading, writing and arithmetic. Thus all nations have a fundamental duty to take effective measures to ensure that individuals have these important abilities and develop general knowledge as far as it can go. These are the keys to wisdom and happiness. In our view it is essential for each nation to ensure that the whole population learn these skills. A government which does not take appropriate measures to achieve such an important goal, truly fails in its most sacred duty.

 We have been delighted to learn from our friend Mr. Thomson, in whom we have complete confidence, that you have a deep desire to extend instruction to each and every person in your countries, irrespective of age, sex and situation. It is profoundly satisfying to know this is the case, for in your desire we see the seeds of your future greatness.

 As members of the British and Foreign Schools Society (or the Society for setting up monitorial schools everywhere), we were very pleased to learn how quickly you adopted the monitorial or ‘mutual’ system of education in your schools. The low cost with which a growing number of children can be educated by this system, gives you a great advantage in implementing your very patriotic plan to educate everyone in your domains. Moreover the habits of obedience and order that children acquire in these schools will prove very important for your new states. With these factors in mind we recommend that you make this system as widespread and effective as possible.

 It often happens (such is our human frailty) that we begin a new work with great determination, and little by little we begin to tire or slack off in our efforts. We hope this will not happen with you in the great work of general education that you have begun. If you had not persevered in your struggle for liberty, and even redoubled your efforts, you would have still have been enslaved. Repeat that experience, breaking the chains of ignorance, the cruelest of all tyrants; if you do this, success is assured. We have been pleased to watch your first steps in this truly noble cause, and with all due respect we wish and earnestly urge you not to give up, but rather to persist in this with renewed vigour until your patriotic desire triumphs, until every last one of you enjoys the benefits of a good education.

 We would be very happy to help in your praiseworthy endeavour through all the means at our disposal. We believe there are ways in which we cans serve you, providing good teachers, both men and women, to educate young people of both sexes. We can also provide you with the materials you need to equip the schools. Please feel completely free to approach us for help in any of these ways.

 We cannot let this opportunity pass without praising you for your noble action regarding that unfortunate class of men and women, snatched from their homes and dragged from Africa to your shores. In breaking free from your yoke, you immediately and generously broke, as far as was possible, the yoke that oppressed this class of fellow human beings. By this you showed that the principles behind your own struggle in the war for independence were not personal interests, but rather the noble cause of true freedom.  We are happy to see that you continue to give proof of your desire, that your nations be characterized by freedom for all who live there.

 To return to the matter of education, as your colleagues we repeat our ardent and affectionate plea, that you would persist in carrying out such a noble undertaking. May your young people of both sexes be taught perfectly. May your goal not be a limited education, nor the education of just a few, instead achieve for everyone the best you can. Your lives as free men and women, your character among the nations, and your individual happiness, depend on the measures you adopt in this great undertaking.

 Your beautiful region shows all nature’s majesty: your vast plains, your majestic rivers, your lofty mountains, delight and amaze the traveler. We want to hasten the day when your prosperity will be as great as your plains, in which knowledge will abound amongst you and enrich your creativity, just as your huge rivers fertilize your lands, and in which you rise up to true greatness, like the high ranges of the Andes.

 Sirs, we the undersigned are honoured to be your sincere friends and colleagues:

 Signed:  The Duke of Bedford, President of the Society. Lord Clarendon. Lord John Russell. Marquis Lansdowne. Henry Brougham, M.P.  J. F. Buxton,  M.P.  William Allen, Treasurer. E. A. Schwabe, Secretary.  J. M. Cramp, Secretary.  J. Millar, Secretary. 

 London, 18 April 1827.

 

[1] British Library: 9770.bb.19.(19).

[2] Translation BM..